2 feb 2012

No pensar en las consecuencias futuras de sus acciones hace que algunas personas sean más propensas a ser agresivas cuando beben.

FUENTE: Journal of Experimental Social Psychology.


Resumen
Las personas que carecen de la capacidad de pensar en las consecuencias futuras de sus acciones presentes son más propensas a mostrarse agresivas cuando están borrachas, indica un estudio reciente.

El estudio incluyó a 495 adultos con una edad promedio de 23 años que eran bebedores sociales. Se les administró una prueba para determinar su capacidad de pensar sobre el impacto futuro de sus acciones actuales.

Entonces, los participantes recibieron bebidas mezcladas con una proporción de 1:5 de alcohol y jugo de naranja (el grupo de alcohol) o bebidas que tenían jugo de naranja con una minúscula cantidad de alcohol (grupo de placebo).

Se evaluó la agresividad en ambos grupos usando pruebas de velocidad de reacción en ordenadores, en que los participantes creían que competían contra otras personas. El ganador administraba un choque eléctrico inocuo pero algo doloroso al perdedor. El ganador determinaba la duración e intensidad del choque.

En realidad no había oponentes. Los investigadores controlaban los resultados, y aumentaban la intensidad y duración del choque eléctrico recibido por los participantes para evaluar su nivel de represalias.

"Mientras menos pensaban las personas sobre el futuro, más probable era que tomaran represalias, pero sobre todo cuando estaban borrachas. Las personas enfocadas en el presente y borrachas administraban choques más largos e intensos a sus oponentes que los demás participantes del estudio", aseguró el autor del estudio Brad Bushman, profesor de comunicación y psicología de la Universidad de Ohio. "Si uno piensa cuidadosamente sobre las consecuencias de las acciones, es poco probable que emborracharse le haga más agresivo de lo usual", añadió.

El alcohol puede afectar de manera irreversible el desarrollo del cerebro de los menores de 25 años.

FUENTE:  Europa Press


El consumo abusivo de alcohol puede dañar de manera irreversible el desarrollo del cerebro de los menores de 25 años, ya que es a esta edad cuando termina de madurar. Además, los jóvenes que se inician a una edad temprana en su ingesta --en la actualidad está fijada en los 13 años-- aumentan sus posibilidades de llegar a ser alcohólicos y adictos a otras sustancias.

Estas son las principales conclusiones que ha expuesto la jefa del Laboratorio de Patología Celular del Centro de Investigación Príncipe Felipe, Consuelo Guerri, en la presentación de XX Jornada sobre Drogodependencias titulada 'Alcohol, ¿hablamos?'.

En ella, también intervino el director general de la FAD, Ignacio Calderón, el jefe de Servicio del Plan Municipal de Drogodependencias, Francisco Bueno, por el científico de la Universitat de València (UV) José Manuel Almerich, y María Jesus Mateo, de la conselleria de Sanidad.

Al respecto, ha explicado que el consumo abusivo puede ser muy perjudicial para los consumidores, sobre todo si éstos son menores de 25 años pues ya que hasta esa edad, el cerebro humano está todavía en formación, por lo que los daños neuronales que se producen durante esa etapa de maduración y desarrollo son "irreversibles".

Esta científica ha advertido además de que los experimentos que se han realizado demuestran que esta mayor neurotoxicidad se produce en regiones implicadas en la memoria y el aprendizaje, como son el hipocampo y la región prefrontal. Por ello, los adolescentes con altos índices de consumo concentrado en poco tiempo tendrán problemas en el medio escolar y también en la conducta ya que se ha constatado que se vuelven más agresivos.

Guerri ha expuesto que para entender los problemas que genera hay que hacer también una Biología de esta sustancia ya que a diferencias de otras drogas el alcohol tienen propiedades beneficiosas. Así, un consumo moderado, un vaso al día, es un protector cardiovascular pero hay que tener en cuenta que en determinados colectivos no deberían ingerir ninguna cantidad, como las mujeres embarazadas porque daña el cerebro del feto, así como los enfermos de hepatopatía o para los exalcoholicos.

En el caso de los jóvenes, el problema surge porque se ha cambiado el patrón de consumo del mediterráneo al de los países anglosajones basado en un consumo abusivo e un corto espacio de tiempo. 
FUENTE:  Autor-es: Sophia Schneider; Jan Peters; Uli Bromberg...


Asunción de riesgos y el sistema de recompensa adolescente: Un posible vínculo común para el abuso de sustancias.

Resumen
Objetivo: El aumento de las conductas de asunción de riesgos se ha asociado con la adicción, un trastorno también vinculado a las anomalías en el procesamiento de la recompensa. En concreto, una respuesta atenuada de las áreas relacionadas con la recompensa (por ejemplo, el estriado ventral) a las señales de recompensa no farmacológicas ha sido reportada en la adicción. Una pregunta sin respuesta es si la preferencia de la toma de riesgos se asocia con el procesamiento de la recompensa del cuerpo estriado en la ausencia de abuso de sustancias.

Método: Se realizó MRI funcional y estructural en 266 adolescentes sanos y en 31 adolescentes que informaron de abuso de sustancias potencialmente problemáticas. Se midieron la activación durante la anticipación de la recompensa (con la tarea de retraso de incentivos monetarios) y la densidad de la materia gris. Se evaluó el sesgo de toma de riesgos con la Tarea Cambridge Gamble.

Resultados: Con el aumento del sesgo de toma de riesgos, el estriado ventral mostró una disminución de la activación bilateralmente durante la anticipación de la recompensa. La morfometría basada en voxel mostró que un mayor sesgo de asunción de riesgos también se asoció con y parcialmente mediada por la menor densidad de materia gris en la misma estructura. También se observó la activación disminuida cuando los participantes con prácticamente cualquier uso de sustancias fueron excluidos. El grupo con el consumo de sustancias potencialmente problemáticos mostraron una mayor asunción de riesgos, así como una menor activación del estriado en relación con los sujetos emparejados de comparación de la muestra principal.

Conclusiones: La asunción de riesgos y las propiedades funcionales y estructurales del sistema de recompensa en los adolescentes están fuertemente vinculados antes de una posible aparición de abuso de sustancias, haciendo hincapié en su papel potencial en la predisposición al abuso de drogas.

Drogas de diseño

Fuente: 20 minutos.es
Autor: JOSÉ LUIS OBRADOR

El boom de las llamadas drogas de diseño o de síntesis (éxtasis, anfetaminas y alucinógenos principalmente) no fue una moda pasajera de los años noventa. Su consumo, lejos de contenerse o disminuir como sucede con el alcohol, el tabaco o la cocaína, se ha duplicado en la última década, y los efectos de aquellos abusos iniciales están haciendo aparecer los primeros casos de Parkinson en personas de 30 años que por aquel entonces tenían 18.
Una ponencia sobre estas sustancias impartida este jueves por el doctor Julio Cortijo, jefe de la Unidad de Investigación del Hospital General y catedrático de Farmacología de la Universitat de València, ha lanzado la voz de alarma. “Estamos observando lesiones neuronales muy graves en algunos pacientes que han abusado de estas sustancias, entre las que destacan casos de Parkinson en jóvenes de 30 años causados por estas drogas. Las consecuencias a largo plazo son terribles”, dice.
Según los datos de que dispone, el 8% de los jóvenes valencianos de 15 a 34 años confiesan haber consumido éxtasis, anfetaminas o alucinógenos en los últimos 12 meses, frente al 4% que se registraba hace una década. Este aumento, prosigue, “hará que veamos más daños neuronales graves. Es como una bomba de relojería programada en el cerebro”.
En su opinión, a favor de estas sustancias juegan “la falsa percepción de que no provocan síndrome de abstinencia”, así como su sencillez en la presentación y su fácil transporte. Además, Internet está “facilitando el consumo con páginas que ofrecen consejos y cibercócteles para divertirse y aguantar toda la noche que son mezclas explosivas”, añade.
5 PREGUNTAS A JULIO CORTIJO - Jefe de la Unidad de Investigación del Hospital General y catedrático de Farmacología (UV)
  1. ¿Es cierto que Valencia destaca en los índices de consumo de estas sustancias?
    Aquí es donde empezó la Ruta del Bakalao, pero en la actualidad la prevalencia en los consumo es equiparable a la media de España.
  2. ¿Cuáles son sus efectos?
    Cabe destacar, en función de la dosis y el tipo de compuesto, algunos como la hipertensión, estimulación del ritmo cardiaco, hiperactividad muscular, trastornos paranoicos, depresión, ansiedad, disfunciones sexuales y parkinsonismo.
  3. ¿Por qué son especialmente nocivas?
    Porque se realizan con la síntesis de varios compuestos químicos en laboratorios clandestinos sin ninguna garantía. Las pastillas de éxtasis, por ejemplo, llevan un 40% de la sustancia y el 60% restante son contaminantes.
  4. ¿Crean adicción?
    Quizá no a corto plazo, pero sí con el tiempo. Además, presentan riesgo de politoxicomanía, ya que se busca mantener la euforia con otras drogas como la cocaína.
  5. ¿Cree que los jóvenes tienen esta información?
    En parte no, por eso son importantes las iniciativas de sensibilización. 
Fuente: El Pais.com
Autora:LAURA CONTRERAS

"Esto es incienso aromático, pero te lo fumas y te produce el mismo efecto que un porro de marihuana". Quien habla no es un camello callejero, sino el dependiente de una growshop, una tienda especializada en el mundo del cannabis situada en el centro de Madrid, que rehúsa dar su nombre. Es un fenómeno global del que ha alertado la ONU y que se mueve en los límites de la ley. El Ministerio de Sanidad presentará un estudio "antes de abril" sobre los efectos de estas drogas emergentes.
Las bolsas llevan nombres como Fly high (vuela alto) o Herbal XTC (éxtasis de hierbas), que casan mal con sus advertencias de que no están destinadas al consumo humano. Apoyados en vacíos legales, la venta de sustancias psicoactivas en comercios especializados -smartshops (de smartdrugs o drogas inteligentes) o growshops (de útiles para el cultivo de cannabis)- crece en todo Occidente, según ha denunciado la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), un organismo de la ONU, en su último informe anual. En particular, advierte de la difusión del llamado spice, supuestos inciensos que "imitan sintéticamente los efectos de la marihuana". Este producto fue encontrado por este periódico en varias tiendas a un precio de 20 euros el gramo. Más caro que lo que cuesta la marihuana en el mercado callejero. Su importador y distribuidor, Green Zena, no contestó a los correos electrónicos de este diario. "Este producto está diseñado para ser usado como mezcla aromática", concluye la etiqueta.
Hay otras muchas sustancias que, bajo otro disfraz, se venden en estas tiendas y, sobre todo, en Internet, donde la falta de fronteras legales dificulta su fiscalización. En 2010 se detectaron 170 páginas web relacionadas con la venta de drogas, 55 más que en 2009, según el Observatorio Europeo de Droga y Toxicodependencia. Pueden encontrarse fertilizantes, compuestos herbales, ambientadores e incluso semillas de setas.
"Son para el cultivo", dice el vendedor de otra growshop madrileña, señalando un embutido de pequeñas porciones de setas. "Pero todo el mundo las compra para comérselas", confiesa sonriente. Se llama sclerotia tampanensis e indica en la etiqueta: "En caso de consumo, puede alterar la conciencia y se pueden producir alucinaciones". Pero las instrucciones dicen que "sirve como vivero para fines científicos". La bolsa de 12 gramos cuesta 15 euros. Otro dependiente ofrece unas pastillas de hierbas que prometen recargar energías y solo están etiquetadas en holandés.
Que estos productos no estén prohibidos -o no exactamente- no implica que sean menos perjudiciales para la salud. Simplemente, sus efectos no han sido estudiados. "El mayor riesgo no es que sean drogas, sino que la gente está haciendo de conejillos de indias o ratas de laboratorio", dice Fernando Caudevilla, médico de la Sociedad Española de Medicina de Familia, especializado en drogas.
El Observatorio Español sobre Drogas, dependiente de Sanidad, ultima un informe sobre los efectos que producen sustancias como cannabinoides sintéticos (spice), 2C-I (fenetilamina psicodélica), la piperazina (desinfectante de lombrices en aves), nexus (con efectos parecidos a la LSD), la 4-AcO-DMT (compuesto químico similar a los hongos) o la metilona (entre el éxtasis o MDMA y la cocaína). "Solo concienciamos a la gente cuando tenemos una base científica", dice Nuria Espí, delegada del observatorio. Mientras tanto, la JIFE investiga 15 de estas sustancias que han proliferado en Europa. En Japón son más de 50 las que se examinan. Buena parte de estas sustancias procede del Sureste asiático.
"La difusión incontrolada de sustancias demuestra el fracaso absoluto de las políticas antidroga de la ONU", opina Caudevilla. Este experto insiste en recordar que las nuevas sustancias sintéticas "son derivados de las que ya existían en los años cincuenta", como la ketamina (anestésico). Entonces, según recuerda, se consumían en círculos sociales restringidos de personas que le daban un uso introspectivo ("psiconautas").
Estas se crean modificando la estructura molecular de las sustancias controladas, de manera que den lugar a una nueva sustancia análoga que se mantenga al margen de la ilegalidad. "Es lo que ocurre con la flefedrona, un derivado de la mefedrona al que se le ha añadido una molécula de flúor", explica. La Unión Europea fiscalizó la mefedrona (fertilizante), el pasado diciembre, por estar vinculada a más de 30 muertes.
La falta de interés por conocer la composición exhaustiva de la sustancia, unido en ocasiones a su bajo precio, explica que algunos como Sergio, de 30 años, experimenten sin reparo en este terreno. "Por 12 euros mi primo me trajo de Portugal hace siete meses fertilizante en polvo", cuenta por teléfono. "Me hizo bastante efecto, similar a la MDMA (que puede costarte hasta 40 euros el gramo): euforia, te mantiene despierto para bailar toda la noche, desinhibición...", recuerda este madrileño.
Este tipo de ventas no es el negocio principal de un sector, las tiendas cannábicas, que se dedican originariamente a la venta de útiles para el cultivo de esta planta. "Eso nos desprestigia. Tengo dos hijas y una hipoteca que pagar. ¿Crees que me voy a arriesgar?", se queja por teléfono un vendedor de Sevilla que solicita el anonimato. Antonio, que regenta uno en Barcelona, se lo toma a risa: "¿Que si vendemos qué?".
Energy Control orienta y advierte en su página web del uso de estas nuevas sustancias de síntesis o research chemical (fármacos de investigación). Este colectivo, que colabora con el Ministerio de Sanidad, analiza gratis las muestras de los consumidores que lo deseen. "De vez en cuando nos llegan algunas de este grupo todavía desconocido, pero no es tanto como el bombo que le dan", dice Iván Fornís. La mayoría de sustancias que recibe este técnico son éxtasis, cocaína, speed (anfetamina) y LSD.
Santiago Cuéllar, del Colegio Oficial de Farmacéuticos, considera que "el problema de las drogas no es de eficiencia legal, sino de la propia sociedad que las demanda". En cambio, Caudevilla considera que "los mensajes alarmistas son contraproducentes para la prevención, porque podrían desprestigiar los canales de información por parte de los consumidores".
El debate tiene lugar en varios países, porque estas nuevas drogas circulan sin fronteras apoyadas en vacíos legales de todo tipo. La JIFE insta a los Gobiernos a que "adopten medidas de control para prevenir la fabricación, tráfico y abuso de estas sustancias", según su presidente, Hamid Ghodse.


Algunas drogas disfrazadas
Se desconocen sus efectos. No han sido estudiados ni en animales ni en seres humanos. Los expertos no descartan la aparición de daños neurológicos a largo plazo.
·  "Spice". Mezcla de hierbas (como la afrodisíaca damiana o la sedante suave loto azul) con cannabinoides sintéticos que imitan los efectos de la marihuana. Se vende como incienso aromático, por unos 20 euros el gramo.
·  Setas. También conocidas como trufas u hongos alucinógenos. Se venden como esporas o semillas para el cultivo por unos 15 euros el paquete de 12 gramos.
·  "Polvos de fiesta". Se adquieren por Internet como sales de baño o fertilizantes. La composición varía entre una amplia gama de sustancias: TFMPP, un tipo de piperazina (desinfectante); ketonas; entre ellas, están la mefedrona y la metilona, de efecto similar al éxtasis. Cuestan cerca de 35 euros el gramo.